Este informe, como los presentados en los tres últimos años, tiene como elemento relevante del contexto el proceso de negociación que se lleva a cabo entre el Gobierno colombiano y la organización insurgente Farc-EP, así como los desarrollos en los acercamientos con el ELN. No obstante los obstáculos que no cesan de presentarse originados principalmente por sus enemigos, hay razones para pensar que ahora se cuentan con mayores certezas respecto a que dicho proceso ha llegado a un punto de no retorno, esto es, que es posible creer que un pacto del fin de esta guerra cuya condición prolongada ha dejado tantas víctimas, sea firmado y se haya impuesto la negociación política.
Para los defensores de DDHH no puede de ser menos alentadora una circunstancia como esta. Conscientes de que lo que podría derivarse de este proceso de paz es
la apertura de un escenario complejo pero retador en materia de transformaciones sociales, económicas y políticas y que el trasfondo en todo ello, es la posibilidad de
una sociedad pensada e imaginada en la perspectiva de los derechos, nos confronta y nos obliga a repensarnos pues no es posible seguir haciendo un poco más de lo mismo