Desde hace seis meses, defensores y defensoras de derechos humanos de Medellín y el Área Metropolitana se han reunido de manera continua con el objetivo de compartir las agendas y experiencias alrededor de la construcción de paz y el papel que juegan los actores de la sociedad civil en el desarrollo de esta política pronunciada por el Gobierno Nacional.

En el manifesto, las organizaciones, colectivos, redes y alianzas firmantes anuncian la creación de un comité de impulso con el propósito de aportar desde el diálogo a la formulación y construcción de una agenda de la sociedad civil para lograr la paz urbana.

“Reconocemos la inmensa riqueza, cuantitativa y cualitativa, de las experiencias de paz en Medellín y municipios del Valle de Aburrá, algunas de ellas con alto grado de madurez y con propuestas de alcance barrial, comunal, corregimental y de ciudad, y con significativos aportes a nivel cultural, económico, social, político, ecológico y de víctimas”, se lee en el manifiesto.

Para Carlos Zapata, presidente del Instituto Popular de Capacitación (IPC), organización firmante del manifiesto, “el tema de la paz total y los diálogos con la mesa de Itagüí al parecer han entrado en un estancamiento. Con este manifiesto esperamos respuestas del comisionado de paz, Gobernación de Antioquia y Alcaldía de Medellín, donde demuestren su verdadera voluntad de continuar el proceso. En este momento tenemos las cifras más bajas en materia de homicidio y otro tipo de delitos en la ciudad, registradas en los últimos años y esperamos que nuestros gobernantes aprovechen este camino que puede permitir la desestructuración de estas organizaciones”.

Las esperanzas por el avance y logros que se tienen con el proyecto de paz total habitan en los y las habitantes de Medellín y el Área Metropolitana, quienes han sido víctimas resilientes ante los daños causados por una guerra urbana.

Adiela María Albánez, coordinadora de la Mesa de DDHH del Valle de Aburra, resalta la importancia de vincular a todos los sectores de la sociedad civil en la construcción de esta agenda de paz total, con el fin de que sea un proceso íntegro y reparador para las víctimas, y hace un llamado al Gobierno Nacional para apoyar este tipo de iniciativas.

“Nosotras venimos haciendo un proceso de generar conciencia y construir paz territorial en esos mismos espacios donde ellos están. Es decirles que nosotros no vamos a atacarlos, no vamos a denunciarlos ni a señalarlos. Pero también decirle al Gobierno Nacional que a veces no tenemos esas garantías para poder continuar, para ser consultores de paz en estos sitios donde la necesidad es alta”, cuenta Albanéz.

Con este manifiesto, las organizaciones hacen un llamado al Gobierno Nacional para que acelere los procesos de “intervenciones urbano-rurales con los instrumentos de paz” que beneficien a los habitantes de las zonas afectadas por la violencia; a las estructuras armadas ilegales vinculadas al proceso de paz para que “no desistan y propicien hechos generadores de confianza”; y a las organizaciones que aún no están vinculadas para que se unan al “anhelo de la convivencia, la reconciliación y la Paz en Medellín y el Valle de Aburrá”.

Conozca y firme el manifiesto aquí:  MANIFIESTO POR LA PAZ URBANA